lunes, 11 de febrero de 2008

Adiós, Bernabé, adiós


Ayer por la tarde jugaba con mi hijo y con un espejo. Él se reconoció, y como íbamos a salir en ese instante le dijo adiós a su imagen en el espejo. Yo le respondí que él no podía decirse adiós a sí mismo. ¡Qué gran verdad descubrí!

Te puedes despedir de tu jefe, de tu pareja, de tu hijo; te puedes despedir de tu vecin@, de tu compañer@ de trabajo, de tus padres... pero nunca de tí mismo.

Si tienes un problema contigo mismo, no puedes escapar, y arreglarlo otro día. Si te aburres de ti mismo, no puedes irte y buscar a otra persona para divertirte. Si no te quieres a ti mismo, no puedes ir y buscar a otra persona para amar. Y... lo más grave: si eres tu principal enemigo, no puedes destruirte a ti mismo.

Todas estas reflexiones se me venían a la mente en esa imagen cotidiana, y me recordaba algo: mis problemas son míos y no los de mi prójimo. No podemos echarle la culpa siempre a los demás; algo tendremos que arreglar.

No sé que os parece esta reflexión, pero me gustaría que dejarais opiniones. Las necesito para contrastar. Puede que en otros artículos siga meditando en más de lo mismo.


2 comentarios:

José María dijo...

Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento. (Socrates)

El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca. (Kant)

La palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (La Biblia - Heb 4:12)

Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará. (La Biblia - Jn 8:32)

Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra. (La Biblia - Jn 8:7)

Agustín dijo...

Si no estamos bien con nosotros mismos, podemos estar rodeado de maravillas y gente que nos quiere y seguiremos estando amargados. Si estamos bien con nosotros mismo, quizás lo que nos rodea sea un tormento, sin embargo podremos encontrar nuestra Paz en nosotros.

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera" La Biblia